Nueve preguntas a Alia Daval (y nueve intensas respuestas)


Nacida el 21 de marzo de 1965, terminé cursando estudios de arte en el EMAP y el ENSA de Niza tras haber dibujado por mucho tiempo las imágenes que me evocaban los cursos recibidos en la escuela. Era mi forma de asimilar las cosas, pero no era “normal”… De mis diferentes actividades pictóricas, más o menos interesantes, retengo sobre todo mi pasaje por el  Laboratorio de Prehistoria del Lazaret como dibujante científica. A la edad de siete años, quedé impresionada por la banda de sonido de Planeta prohibido, lo cual me condujo a interesarme en los sonidos electrónicos. Desde 2002, formo parte de Servovalve, proyecto oscilante entre abstracciones sonoras e investigación visual…

(Si bien el encuentro de Alia Daval con Spinoza es antiguo, su confrontación con el filósofo a través del dibujo es una primera vez).

1. Háblanos de tu background de dibujante/artista visual.

Dibujo desde que mis funciones psicomotrices me permiten sostener un lápiz. Dibujo con lápices, dibujo con pinceles, dibujo con el puntero de mi tableta gráfica … Mis intervenciones de dibujo “oficiales” son escasas, ¡no vivo de eso!

2. ¿Es difícil ilustrar filosofía?

Me es más difícil escribir mis respuestas a esta entrevista que comentar filosofía con dibujos…

3. ¿Se pueden producir imágenes de un pensamiento?

Es lo que he intentado hacer… de manera más o menos feliz según los movimientos de mi intuición. A veces una sola palabra basta para poner en marcha el proceso que desembocará en la “buena” imagen, en ocasiones varias palabras me sumergen en un abismo de imágenes de las que no sacaré nada “bueno”…

4. ¿Conocías antes a Spinoza?

Sí. Jamás logré leerlo más que en pequeñas dosis, pero cada una de esas lecturas me da la sensación de que Spinoza nos ha transmitido herramientas de una precisión fuera de la norma que pueden permitirnos ver y comprender todas las cosas muy finas que componen la realidad.

5. Dibujar el Spinoza de Ariel Suhamy, ¿te enseñó cosas?

¡Entre otras cosas, nunca había visto la importancia de la imaginación en Spinoza! Durante la elaboración de esta obra, comprendí que mi imaginación podía servir a la Razón… ¡Gracias Ariel!

6. Háblanos de la evolución de tu estilo en el curso de la preparación del libro. Nos parece que pasas de un naturalismo total (dibujos casi de ciencias naturales) a algo mucho más estilizado, “urbano” en cierto modo… ¿Tienen un sentido?

Sí: el sentido de una flecha que hay que seguir hasta el final para llegar a “alguna parte”. Al comienzo el recorrido es tranquilo, las referencias visuales simples y naturalistas están allí para suavizar y ejercitar la mente del lector en las idas y vueltas entre palabras e imágenes antes de iniciar un ascenso hacia “visiones” menos familiares… Tenía ganas de que eso evoque un ascenso de psilocibina y este texto lo volvió posible.

7. ¿Cómo trabajas?

Me impregno del texto, y a veces una imagen llega simplemente a superponerse a mi visión… Entonces la dibujo, puesto que sé intuitivamente qué es lo que mejor corresponde a lo esencial de lo que he leído. Pero también avanzo por tanteos, garabateando una décima parte de lo que pasa por mi cabeza para finalmente desembocar en algo que valga –o no–.

8. ¿Y técnicamente?

Puedo decir que la herramienta de la que más me he servido durante la elaboración de Spinoza par les bêtes es mi computadora… La tableta gráfica me permite preservar ese gesto muy natural que consiste en dibujar con un “lápiz”. Pero los programas de edición gráfica multiplican las posibilidades de este lápiz: un único objeto me permite tener a mano (y “fabricarme”) una multitud de pinceles, lapiceras, lápices, borrar con tranquilidad, hacer zoom en un dibujo para ir todavía más lejos en el detalle…

En ocasiones reciclaba imágenes dibujadas en papel: tras haberlas fotografiado con mi celular, transferidas luego hacia mi compu, las retrabajaba en Photoshop o Gimp y añadía allí otros elementos. Es lo que he hecho para jaloux (cap. 20) o Éve (cap. 22)… He jugado mucho también a mezclar acabados vectoriales muy lisos con mi trazo forzosamente más torpe y por tanto más “sucio”… (Zieu, cap. 1)  Otras imágenes están por su parte completamente concebidas en un programa de edición de grafismos vectoriales (Inkscape): ronkaré (cap. 8) o mutation (chap. 27).

Según la inspiración, me sucedía tener simplemente que materializar una imagen mental, pero a pesar de eso, son largas horas pasadas frente a la pantalla puesto que ¡no sé “soltar” las cosas! Me gusta tomarme el tiempo para hacerlo bien, y aún cuando la urgencia pueda ser galvanizante, no la confundo con la precipitación.

9. ¿Cómo funcionó la colaboración con Ariel? ¿las idas y vueltas? ¿los conflictos?

Dos individuos adultos que no se conocen, que saben lo que son capaces de hacer y que ponen en marcha un proceso que va a permitirles avanzar juntos para alcanzar su meta… Hemos tenido confianza uno en el otro. Aún en los momentos de dudas, Ariel nunca desvalorizó mi trabajo… Siempre se tomó el tiempo para responder simplemente y sin condescendencia a las preguntas idiotas que le planteaba cuando estaba en la oscuridad. Quizás hubiéramos podido hacerlo “mejor”, más metódicamente, pero hemos aprendido de esta experiencia, y creo que ambos sabemos qué pequeños errores evitar si se nos da la ocasión de colaborar nuevamente.