Rosa, dos años y medio en el infierno

por El Visor Boliviano
(www.elvisorboliviano.com)


El viernes 17 de abril fue rescatada del infierno. Rosa P.H., de 20 años, fue abusada sexualmente al llegar a Argentina por el dueño del taller que la contrató, y fue sometida por su esposa —quien la acusaba de haberlo “provocado”— a torturas aberrantes.

La muchacha nació en la comunidad Uncallamaya, provincia Aroma del departamento de La Paz, al igual que Abdón T.C. y Eliana P.V., quienes se la llevaron hace dos años y medio para que trabaje como operaria a su taller en Buenos Aires. Hoy está postrada en una cama del hospital Alberto Balestrini de La Matanza.

Tiene la vagina destrozada por los objetos y sustancias (palo de escoba, conos de hilos y hasta locoto en polvo) que le introdujo la mujer para “vengarse de ella”, moretones por todo el cuerpo, los dientes rotos por los golpes recibidos y la cabeza cubierta de cicatrices, relató ayer desde la capital argentina Alfredo Ayala, presidente de la Asociación Civil Federativa Boliviana (Acifebol) que se constituyó en parte denunciante contra los bolivianos.

Rosa no sabe leer ni escribir y tiene siete hermanos. Dos meses después de quedar huérfana de padre decidió emigrar para ayudar a su amplia familia. En el tiempo que estuvo con la pareja fue mal alimentada, por lo que presenta un cuadro grave de desnutrición. Su cabello comenzó a caerse, por lo que sus patrones le cortaron las trenzas y le raparon la cabeza, un castigo que la comunidad impone a las mujeres adúlteras en el área rural y que le ocasionó un sufrimiento adicional.

Movida por el hambre, comenzó a buscar en la basura algo con qué alimentarse, pero cuando la sorprendieron, además de darle una paliza, decidieron atarla a una de las máquinas automáticas de costura para que no escape.

“La ataban todas las noches con las manos abiertas y con los pies juntos”, añadió Ayala. En las fotografías tomadas en el nosocomio se ven las marcas dejadas en su piel por las cuerdas. El drama fue descubierto por casualidad. La dueña de la casa donde funcionaba el taller clandestino, en el barrio Sarmiento de Villa Celina, pasaba trimestralmente a cobrar los alquileres.

Cuando llegó en abril preguntó por la joven, la pareja le dijo que se había ido y que habían contratado otra chica. Pero ella la descubrió el viernes, la sacó del cuarto en el que estaba encerrada y se la llevó a su habitación. “Apenas caminaba”. Dudaba en denunciar el caso, ya que los culpables le amenazaron con suicidarse. Se comunicó con Acifebol, que sugirió presentar la denuncia. “Hay mucha rabia y consternación en la comunidad boliviana”, dijo el entrevistado ayer.

Detenidos. La denuncia fue presentada a la Unidad Funcional de Instrucción Nº 9 del Departamento Judicial de La Matanza, que lo caratuló como: “Abuso sexual gravemente ultrajante en concurso real con reducción a la servidumbre, que concurren en forma real con privación ilegal de la libertad agravada por haberse causado lesiones graves a la víctima”.

Abdón T.C. y Eliana P.V. están detenidos preventivamente. Ayer a través de Facebook, Radio Metropolitana Argentina comenzó a buscar a sus familiares y facilitó los pasajes. Flora H., la madre, y Basilio, uno de los hermanos de Rosa, iban a tomar un vuelo rumbo a la capital argentina. “Estamos velando por la salud de Rosa, se contratarán abogados particulares”, dijo a radio Líder Noemí Marconi, consulesa boliviana.